Proceso de adaptación
Llegó septiembre y con él, la vuelta al cole, el periodo de adaptación y las rutinas. A todos nos cuesta recuperar el ritmo, pero para los niños es un impacto emocional considerable. Algunos es la primera vez que van a la escuela infantil, la primera vez que estarán en una comunidad diferente a su familia con personas de referencia nuevas con las que se tienen que vincular. Durante el periodo de adaptación se crean muchas dudas, muchos sentimientos encontrados que a veces no sabemos como gestionar. Es importante generar confianza en tu hijo y en la situación para que emprenda esta nueva etapa con seguridad y autoconfianza.

¿Cómo podemos facilitarles el periodo de adaptación?
- Acepta el proceso de adaptación y ten paciencia. Es un proceso individual que cada niño desarrolla a su manera. Confía en el proceso.
- Procura minimizar las expectativas como adulto tipo “te lo vas a pasar genial”, “vas a hacer un montón de amigos”. Esto es lo que a los adultos nos gustaría que pasara, pero los niños tienen sus propias percepciones e interpretaciones de la realidad.
- Explícale cuáles van a ser las nuevas rutinas. Puedes ayudarte con fotografías del espacio (coche, colegio, autobús, casa de los abuelos) o de las personas (mamá, abuela, papá…) que intervendrán (máx. 4 fotos). Asegúrate que lo ha comprendido correctamente.
- Anticípale siempre cualquier cambio en sus rutinas. En la etapa 0 a 3 años, el niño se encuentra en un periodo sensible del orden. Cualquier cambio inesperado les genera inseguridad e incomprensión.
- Conecta con sus emociones. Agáchate y ponte a su altura, mírale a los ojos, abrázale y diciéndole “Cariño, veo que estás llorando. ¿Estás asustado? ¿Estás triste?….” Describe lo que ves y empatiza con él.
- Muestra serenidad y confianza en tu hijo y en la situación. Mantén la calma, es importante que no perciba tu preocupación.
- Intenta evitar el lenguaje ambiguo tipo “vendré en un ratito”, “ya vengo luego” etc. Pregunta a la maestra cual es la última rutina antes de la salida y tómala como referencia para que pueda entender en qué momento vendrás a buscarlo. Ej. “vendré a buscarte después del patio”.
- No dramatices ni titubees a la hora de irte. Tu inseguridad crea más inseguridad en él.
- Despídete con un abrazo y una sonrisa aunque sea duro. Nunca te vayas sin despedirte ni cuando no mire.
- Recíbele siempre un abrazo y una sonrisa. Agáchate a su altura y conecta con sus emociones.
- Llevar un objeto de apego (una mantita por ejemplo) le proporcionará calma y seguridad.
- Intenta reservar un tiempo especial para ambos a la salida del colegio.
- Si tienes la oportunidad puedes estar un tiempo con otros padres/niños de la clase. Le ayudará a sentirse seguro.
- Si él quiere, procura que llegue andando a la entrada de la clase. Favorecerá su autonomía e independencia. Podéis realizar un role-playing en casa el día antes, practicar le ayudará a saber qué se espera de él.
- Actúa siempre de la misma forma y confía en su fuerza.
- Muestra serenidad y confianza en tu hijo y en la situación. Mantén la calma, es importante que no perciba tu preocupación.
- Intenta evitar el lenguaje ambiguo tipo “vendré en un ratito”, “ya vengo luego” etc. Pregunta a la maestra cual es la última rutina antes de la salida y tómala como referencia para que pueda entender en qué momento vendrás a buscarlo. Ej. “vendré a buscarte después del patio”.
- No dramatices ni titubees a la hora de irte. Tu inseguridad crea más inseguridad en él.
En mi siguiente post hablaré sobre las preguntas de curiosidad una herramienta de gran utilidad para resolver los diferentes conflictos con los que nos podemos encontrar en situaciones como esta.
Gracias Greis. Me ayudas muchísimo con todo. Esperando tus publicaciones para seguir educando!
Gracias a ti Borja. Espero poder venir a Bilbao a hacer una charla pronto. un fuerte abrazo.